El grupo S&D, con al menos 136 eurodiputados, ha subrayado que no respaldarán a la popular europea sin un compromiso firme hacia una agenda social y verde.
En un movimiento decisivo previo a la votación en el Parlamento Europeo, el grupo socialdemócrata (S&D) ha planteado exigencias claras a Ursula von der Leyen para asegurar su continuidad como presidenta de la Comisión Europea. La principal demanda de los socialdemócratas es la implementación de medidas sociales robustas y políticas europeas enfocadas en resolver el problema del acceso a la vivienda en toda Europa. Esta votación crucial, prevista para el próximo jueves, determinará si la conservadora alemana puede mantenerse al frente del Ejecutivo comunitario.
Además de las políticas de vivienda, los socialdemócratas insisten en que la presidenta de la Comisión no coopere con la extrema derecha, señalando su reciente acercamiento a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y su grupo parlamentario, los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).
Durante una reunión a puerta cerrada en la Eurocámara, los socialdemócratas presentaron una propuesta que aboga por programas específicos dentro de la política de cohesión europea. Esta incluye una inversión adicional de al menos 50.000 millones de euros, provenientes de diversas fuentes de financiación, incluido el Banco Europeo de Inversiones (BEI). El objetivo es desarrollar un programa europeo que promueva la vivienda social y asequible, apoye las políticas nacionales y regule los alquileres. También se buscan objetivos vinculantes para reducir gradualmente el número de personas sin hogar en la UE.
Otra demanda significativa es la creación de la figura del comisario europeo de vivienda, a la cual Von der Leyen se ha mostrado “receptiva” según fuentes parlamentarias. Esta figura sería clave para coordinar y supervisar las políticas de vivienda a nivel europeo, asegurando que se aborden de manera coherente y efectiva.
Aunque la reunión con Von der Leyen fue descrita como positiva, los socialdemócratas insisten en que necesitan compromisos más concretos. Iratxe García, presidenta del grupo S&D, enfatizó que “el apoyo del grupo socialista no puede ser un cheque en blanco”. Se espera que Von der Leyen presente líneas estratégicas detalladas por escrito antes del debate parlamentario correspondiente.
Von der Leyen necesita 361 de los 720 votos en la Eurocámara para continuar como presidenta de la Comisión Europea. Su estrategia incluye asegurar el apoyo de su propia familia política, los eurodiputados populares, así como el de los socialdemócratas y liberales. Aunque estos tres grupos suman 401 votos, el voto secreto y la posibilidad de perder apoyo incluso dentro de su propio grupo complica el panorama.
El documento de 12 páginas presentado por los socialdemócratas dedica un apartado específico a las políticas sociales y laborales. Entre las demandas se incluye el fortalecimiento de la autoridad laboral europea y la limitación de las cadenas de contratos en subcontratas. También se busca establecer un objetivo de cobertura de los convenios colectivos para el 80% de los asalariados, lo cual tendría un impacto significativo en los países del este de Europa con niveles de protección más bajos.
Los socialdemócratas coinciden con los Verdes en la exigencia de que no haya retrocesos en el pacto verde europeo. Un punto conflictivo es la prohibición de la venta de coches de combustión a partir de 2035, medida que enfrenta presiones para ser retrasada. Fuentes parlamentarias indican que Von der Leyen mostró ambigüedad en este aspecto durante las discusiones.
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