Publicado 23/10/2024 – 14:17 CEST•
La presidenta de la Comisión Europea ha pedido al bloque que estudie medidas controvertidas para frenar el flujo de migrantes irregulares, como la creación de centros de internamiento fuera de la UE con el fin de detener allí a los solicitantes de asilo rechazados y a la espera de ser deportados.
La mayoría de los grupos políticos que apoyaron la reelección de Ursula von der Leyen al frente del Ejecutivo comunitario criticaron este miércoles su postura sobre la política migratoria del bloque.
Los eurodiputados socialistas, verdes y los liberales de Renovar Europa arremetieron contra varios puntos clave esbozados por la presidenta de la Comisión en una carta enviada a los 27 líderes de la UE antes del Consejo Europeo de la semana pasada, durante un importante debate sobre la gestión de la migración en el hemiciclo de Estrasburgo.
Iratxe García Pérez (España), presidenta de los Socialistas y Demócratas (S&D), fue una de las voces más críticas, pidiendo a Von der Leyen que “abandone su inhumana e ilegal propuesta de crear centros de deportación en terceros países, porque es inaceptable plegarse a la extrema derecha para avalar un modelo migratorio que viola los derechos humanos“.
En su carta, fechada el 14 de octubre, la jefa de la Comisión proponía diez puntos de actuación, entre ellos claros intentos de externalizar partes de la política migratoria del bloque. Por ejemplo, pidió más asociaciones con terceros países para reducir las llegadas irregulares y propuso “formas innovadoras de contrarrestar la inmigración ilegal”, incluida la controvertida idea de establecer centros de retorno fuera de la UE.
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Von der Leyen no estuvo presente en el debate de este miércoles y fue sustituida por Helena Dalli, comisaria europea de Igualdad. García Pérez, junto a otros muchos miembros de su grupo, criticó el protocolo acordado por Italia y Albania para construir y gestionar dos centros de tramitación italianos en el país balcánico, que Von der Leyen considera una experiencia de la que aprender.
Críticas por la vulneración de derechos humanos
Actualmente no hay migrantes retenidos en estos centros, después de que un tribunal italiano se negara a validar el traslado allí de 16 solicitantes de asilo de Bangladesh y Egipto, argumentando que sus peticiones deben tramitarse en Italia, donde sus países de origen no se consideran terceros países seguros.
“Los centros en Albania son una pesadilla logística, un desastre legal, una amenaza para los derechos humanos y un coste significativo”, dijo la eurodiputada del S&D Cecilia Strada, del Partido Democrático, la principal formación de la oposición en Italia.ADVERTISING
Aunque se centran principalmente en evaluar las solicitudes de asilo de ciertas categorías de migrantes, los centros albaneses podrían verse como una especie de centro de retorno fuera de la UE, ya que los solicitantes de asilo rechazados podrían permanecer allí hasta 18 meses a la espera de ser repatriados.
El grupo de los Verdes/ALE también se opuso a la idea de detener a los solicitantes de asilo rechazados fuera de la UE antes de enviarlos de vuelta a sus países de origen, con la eurodiputada neerlandesa Tineke Strik argumentando que “en los llamados centros de retorno, lo más probable es que las personas queden en el limbo, en detención indefinida sin derechos ni perspectivas“.
“Es una forma de que los Estados miembros eludan las obligaciones de la UE”, añadió. La respuesta del grupo liberal Renovar Europa fue más matizada. La eurodiputada Fabienne Keller (Francia), que fue una de las ponentes del Reglamento de Procedimiento de Asilo (RPA), uno de los expedientes clave del Pacto sobre Migración y Asilo acordado la primavera pasada, dijo que “está firmemente en contra de las llamadas ‘soluciones innovadoras’ para externalizar la política de repatriación de la UE, incluyendo centros lejos de nosotros: resultarían ineficaces y nos harían más vulnerables al chantaje de terceros países”.
La extrema derecha mantiene su presión para condicionar la agenda migratoria de Von der Leyen
Pero otros dentro del grupo se mostraron menos críticos: algunos pidieron que los Estados miembros se centraran en aplicar el Pacto de Migración y Asilo, y otros, como el legislador neerlandés Malik Azmani, respaldaron la firma de acuerdos con terceros países, similares al polémico acuerdo UE-Túnez, para reducir las llegadas irregulares desde países del norte de África.
Los aliados de Von der Leyen, del Partido Popular Europeo, defendieron mayoritariamente sus posiciones, pero la Comisión también se enfrentó a las críticas de la extrema derecha, que reclama sistemáticamente políticas más duras en materia de asilo y retorno.
“El título del debate de hoy es gestionar la migración de forma eficaz y holística”, bromeó el eurodiputado italiano Paolo Borchia, del grupo ultraderechista Patriotas por Europa, “que es exactamente lo contrario de lo que han hecho ustedes hasta ahora”. El debate no prevé ninguna resolución por parte del Parlamento.
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