HUFFINGTON POST
No le gusta decir que se dedica a la política. “Vivo la política”. Esta frase la repite Iratxe García, que vuelve a ser la portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo desde que Pedro Sánchez ganara las primarias del 21 de mayo. Ya hacía hasta campaña en su colegio en Laguna de Duero (Valladolid), cuando se presentaba a las elecciones del Consejo Escolar.
Apostó de nuevo por Sánchez y hoy forma parte de la Ejecutiva del PSOE que pretende reconectar con la izquierda. Posa en el patio trasero de la sede socialista. Se acumulan los recuerdos de aquel cainita Comité Federal del 1 de octubre. Revive aquellos momentos en ese mismo espacio, donde salía a fumar en mitad de aquella maratoniana batalla. Y se acuerda de su familia, que le inculcó los valores socialistas desde niña. En aquellos mítines a los que iba, rememora, se cantaba bien alto La Internacional.
Su vida transcurre ahora entre Bruselas, Estrasburgo, Madrid y Valladolid. García (Baracaldo, 1974) rechaza ese mito de europarlamentarios que cobran mucho y trabajan poco —aunque no quiere decir cuánto gana—. Irónicamente contesta a Jean Claude Juncker que le gustaría verlo a él en los debates que se prolongan hasta la medianoche. Y se muestra impresionada, para mal, por alguno discursos retrógrados en materia de igualdad que escucha en el Parlamento Europeo en pleno siglo XXI.
Con ilusión encara esta nueva etapa socialista y ve en el Gobierno de Portugal un ejemplo de cómo se puede gobernar en Europa desde la izquierda de manera responsable. Pero, para eso, hay que tener voluntad y critica que Podemos vetara a Sánchez. De Macron a Trump pasando por la independencia de Cataluña, la niña que ganaba las elecciones del Consejo Escolar levanta su voz entre las teselas del complejo mosaico europeo.
¿Cómo lleva su vuelta a la Portavocía del PSOE en el Parlamento Europeo después de los meses convulsos en el partido? ¿Qué hay de diferente en la portavoz García de la de hace un año?
Con muchísima ilusión y motivación. Además con un plus a mayores, que es la legitimidad que siento en estos momentos porque el proyecto que representa Pedro Sánchez, y por lo tanto que representamos quienes hemos pasado a formar parte de su equipo, cuenta con los votos de la militancia. Esta Iratxe, la Iratxe de hoy, es la misma que hace dos años, posiblemente con mayor experiencia, pero con la misma motivación para trabajar por lo que tenemos que hacer, que es una Europa que realmente responda a lo que la gente está esperando de nosotros.
El desembarco de Pedro Sánchez coincide con una nueva polémica interna relacionada con Europa: el voto del CETA. Usted votó en el Parlamento Europeo a favor del acuerdo y, en cambio sus compañeros, en el Congreso de los Diputados se abstuvieron ¿Cree que hicieron bien en abstenerse? ¿Por qué se dio ese cambio?
Entre una votación y otra ha habido un cambio de dirección política. Creo que tiene que ser entendible que en la actualidad la dirección política marque una posición en un tema que además es controvertido. El CETA, desde que se inician los debates en el Parlamento Europeo, ya era un tema polémico en el propio seno de los socialistas europeos.
Nuestro partido tiene que tener una posición propia, que es diferente de la de la derecha —que no plantea que tenga que haber ningún tipo de condiciones a cómo tiene que ser ese tipo de comercio—, y de la de de otras fuerzas políticas, que podemos denominar en una izquierda más radical, que tienen una posición contraria a lo que son los acuerdos comerciales.
¿Este cambio de postura no se podría leer también, en clave nacional, como un acercamiento a partidos como Podemos?
No, insisto, el PSOE tiene su posición. Y al PSOE no le va a decir lo que tiene que votar ni el PP ni Podemos. Es verdad que en este periodo, a lo largo de esta semana, cuando se empezó a hablar de cuál iba a ser la posición del partido, aquí otras fuerzas políticas opinaron sobre lo que tenía que hacer el PSOE y en ese sentido fuimos muy claros: lo que tiene que hacer el Partido Socialista lo decide el Partido Socialista. Lo decidimos en la base de una resolución de lo que es el programa que hemos llevado a cabo en el seno de nuestro congreso, las ponencias donde hablamos de cómo tienen que regularse los acuerdos comerciales. Por lo tanto, no debe de ser entendido como ningún acercamiento hacia una postura u otra, sino la defensa de la posición de los socialistas españoles en materia de cómo tenemos que regular el comercio internacional.
Al PSOE no le va a decir lo que tiene que votar ni el PP ni PodemosCon vistas al futuro, en Portugal hay una coalición de izquierdas que está funcionando muy bien, ¿ven a largo plazo que eso se podría extrapolar al caso español? Creo que Portugal es el ejemplo de que las fuerzas de izquierdas, las fuerzas progresistas, pueden y son capaces de gobernar posibilitando el desarrollo económico compatible con el desarrollo social. Eso es lo que hoy está haciendo esa coalición, que quiero recordar que es un gobierno socialista apoyado por las fuerzas de izquierdas en el Parlamento. Es posible esa fórmula, pero para que exista tiene que haber voluntad por parte de todos. En el caso de España en su momento el PSOE y nuestro secretario general, Pedro Sánchez, intentó ese gobierno de izquierdas y no fue posible no porque no hubiera voluntad en los socialistas, sino porque no la hubo en estas otras fuerzas que decían que llegaron a cambiar las cosas y lo que hicieron con su voto en contra a Pedro es mantener un gobierno de la derecha. Por supuesto, es un ejemplo de cómo desde la izquierda se puede gobernar en Europa de una manera responsable, de una manera en la que se desarrollen las políticas en materia económica sin que eso sea incompatible con el mantenimiento e incremento de pensiones y del Estado del Bienestar. Pero para eso tiene que haber voluntad. Ha habido una reunión del PSOE con Podemos para llegar a entendimientos aquí en Madrid, ¿van a intentar algo parecido desde su ámbito en el Parlamento Europeo? Mi idea es continuar con el diálogo que siempre he procurado tener con el resto de fuerzas políticas de nuestro país ante cuestiones que son importantes y que consideramos que puede haber posiciones comunes. No sé si instrumentalizarlo o institucionalizarlo de alguna manera o mantenerlo como ha sido hasta ahora, de una manera más informal. En el Parlamento Europeo hablamos en muchas ocasiones con el resto de fuerzas políticas para hacer cuestiones conjuntas. Está dentro de lo que es la normalidad de la relación entre las fuerzas políticas españolas en el escenario europeo. Luego ya en la estrategia del contenido de trabajo y negociación en cada una de las políticas, la delegación socialista con quien negocia sus posiciones es con el grupo socialista europeo. Casos como el descalabro socialista en Francia dejan el titular de que la socialdemocracia europea está en crisis ¿Comparte esa idea o considera que estamos viviendo un renacer? Hemos visto la situación de Francia, que por su puesto es preocupante, pero también hemos visto cómo en Reino Unido nuestros compañeros laboristas han conseguido un resultado que no se daba en décadas. Por lo tanto, estamos teniendo unas posiciones diferentes. Hay algo que es cierto y es que la socialdemocracia europea tiene que afrontar hoy la necesidad de ver cómo nos posicionamos políticamente con una sociedad que ha cambiado. La socialdemocracia europea sigue manteniendo los mismos principios y los mismos valores, que son igual de válidos que eran hace décadas, pero es verdad que tenemos que adaptarlos a una sociedad nueva, a una globalización que ha provocado en muchos casos un reparto muy desequilibrado de la economía, de la justicia…
La socialdemocracia europea tiene que afrontar hoy la necesidad de ver cómo nos posicionamos políticamente con una sociedad que ha cambiadoEn ese contexto, está la figura del presidente francés, Emmanuel Macron, que ha conseguido absorber mucho voto socialista, ¿qué opinión tiene de él? Es alguien que a partir de ahora tendrá que demostrar que es capaz de hacer realidad y efectivos los planteamientos políticos que ha hecho. Su elección es el resultado de un proceso que hemos sufrido los socialistas que, en muchos países de la UE, hemos estado en gobiernos. Cuando eso pasa, uno asume una responsabilidad que, en muchos casos tiene resultados positivos, pero que también significa el asumir en otras ocasiones decisión políticas que no son bien recibidas por la gente. Por lo tanto, los nuevos partidos que llegan al panorama electoral, tanto en nuestro país como en el resto, no tienen esa mochila, ese bagaje de poderse haber equivocado. Lo que van a tener que hacer ahora es demostrar que son capaces de gobernar y que son capaces de hacerlo con resultados, siendo leales a lo que dicen y haciendo lo que dicen, que creo que es ahora mismo la labor que algunos tienen que hacer, como es el caso de Macron en Francia. En España estamos absorbidos por el tema catalán. El intento siempre del Govern y de los independentistas es internalizar el proceso independentista y que les echen una mano… ¿qué les dicen sus compañeros europeos sobre este tema, cómo lo ven en Bruselas, qué preocupación existe allí? No entienden que es lo que está ocurriendo porque ya hubo un intento de referéndum, luego ha habido unas elecciones de por medio, luego vuelven a insistir en esta necesidad del referéndum… Entonces finalmente la gente que no está en el día a día en el territorio ve todo como un caos, como algo extraño. Luego hemos visto cuáles han sido los últimos intentos del Govern de consolidar esa relación en el ámbito europeo con una respuesta bastante nula, porque el gobierno catalán ha estado en Bruselas y no han sido capaces de reunirse ni con el presidente de la Comisión Europea ni con el presidente del PE… Es decir, que esa diplomacia que están intentando está teniendo unos resultados bastante, bastante limitados. Lo que nos corresponde a los socialistas españoles es explicar a nuestros compañeros socialistas de otros países y al propio partido de los socialistas europeos qué es lo que está ocurriendo, cuál es la posición que estamos tomando los socialistas españoles y qué es lo que entendemos que podría ser la solución a este caos entre comillas que ven que existe. Escuchamos las palabras de Juncker de la semana pasada, ¿está claro que si Cataluña se independiza, sale de la UE? Ese es el planteamiento que se ha hecho por parte de las instituciones europeas, el pronunciamiento político que hubo al respecto es ese y desde entonces no ha cambiado. No ha vuelto a haber ninguna posición institucional al respecto, por lo tanto creo que es evidente y a día de hoy esa es la realidad, que es lo que ocurriría en un panorama como el que nos estamos refiriendo, y es que una Cataluña independiente no estaría en el seno de la UE. De Cataluña al Brexit. Acaba de arrancar la segunda fase de las negociaciones, ¿qué sensaciones en la UE? May no consiguió la mayoría abrumadora que quería, ¿se han relajado los ánimos? ¿Europa se siente más fuerte? Europa se siente fuerte desde el momento en el que se tiene claro cuál es el término en el que se tienen que desarrollar estas negociaciones. Posiblemente sea la cuestión en los últimos tiempos en los que ha habido un mayor consenso. Está claro que la negociación tiene que ser primero cómo hacemos esa desconexión para posteriormente ver cuál será la relación que se establezca entre la UE y Reino Unido. Y a partir de ahí tenemos muy clara cuál tiene que ser la posición de la UE y lo que nos debe de preocupar en primer lugar son los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido, que se mantengan los que tienen, que haya reciprocidad, de la misma manera que queremos que se mantengan los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido. Esa cuestión es fundamental: el mantenimiento del estatus que a día de hoy tienen los ciudadanos europeos en Reino Unido. Hay una preocupación importante sobre este tema. Una de las cosas que siempre se achaca a los grandes partidos es que ustedes forman una gran coalición de facto en el PE y eso ha hecho mucho daño en la imagen del Partido Socialista, que lo equiparan con el PP, ¿existe de verdad una gran coalición? No, no hay una gran coalición. En su momento ha habido una cooperación no con el PP sino con las fuerzas políticas porque hay una realidad que nadie puede negar y es que en el Parlamento Europeo ningún partido tiene la mayoría. ¿Qué significa eso? Pues que o tenemos capacidad de dialogar entre nosotros o es muy difícil que seamos capaces de desbloquear propuestas y situaciones. Por lo tanto, si queremos que el PE sea una institución que sea útil, necesitamos tomar posición en temas importantes y para tomar posición hay que negociar. En este sentido se han negociado cosas con la derecha igual que se han negociado cosas con los liberales y hemos negociado también con otros grupos políticos, con Izquierda Unitaria, Los Verdes… Y en 2019 hay elecciones europeas… ¿Cómo van a definir su estrategia para volver precisamente a conseguir que la gente confíe en ustedes, que les vean como la alternativa a las posiciones más conservadoras, populistas? Estamos ya trabajando para configurar nuestra posición y ser esa alternativa, porque creemos que es importante que la gente entienda que la UE, que hoy están viendo como un instrumento poco útil, se convierta en la UE que soñaron las generaciones anteriores de nuestros padres y nuestros abuelos; ese espacio de desarrollo económico y social, pero también del respeto a los DDHH. Hoy la gente no ve eso en Europa y tenemos que ser capaces de trasladarles que hay una alternativa socialdemócrata que puede representar esa Europa. ¿Se ve ya como número uno en esas listas para las europeas? Para nada. Estamos en un proceso en que tenemos que consolidar nuestro proyecto de alternativa política en este país y antes de hablar de las personas hay que trabajar, dedicar todo nuestro esfuerzo en que el progresismo de este país vuelva a confiar en nosotros. Eso es lo único que me preocupa. ¿Cómo se desmonta el mito de que un eurodiputado gana miles de euros y no trabaja? Porque vaya reprimenda del señor Juncker… Sí, sí, al señor Juncker me hubiera gustado a mí verle en los debates que tengo muchas veces a las doce de la noche hablando de los derechos de las mujeres. Me gustaría que algunos de esos debates de las doce de la noche, después de llevar todo el día allí, pudiera estar él y participar y escuchar, que seguro que aprendía mucho.
Al señor Juncker me hubiera gustado a mí verle en los debates que tengo muchas veces a las doce de la noche hablando de los derechos de las mujeresPero ayúdenos a convencer a una persona de a pie que vea más allá de esa burbuja de Bruselas… Un eurodiputado no sólo está en Bruselas. Eso es algo que digo mucho cuando tenemos posibilidades de estar con gente. El despacho de Bruselas tiene que ser el sitio donde menos deberíamos de estar, donde lo único que tienes ya que hacer es materializar el trabajo que anteriormente has estado haciendo. Los parlamentarios europeos tenemos que estar en el territorio, escuchando a quienes tienen cosas que aportarnos, haciendo pedagogía de Europa, escuchando a todos aquellos que tienen cosas que aportarnos en nuestro trabajo del día a día. ¿Cuánto gana un eurodiputado que es portavoz? ¿Cuánto gana usted? Lo mismo que cualquier otro. Mi sueldo es público, está en la página web del PE y por lo tanto todo el mundo puede saber lo que yo gano, que es lo mismo que cualquier otro. No hay ningún plus ni por ser portavoz ni por ser presidente de comisiones ni nada, lo mismo para todos. [El HuffPost ha comprobado a cuánto asciende su sueldo, que, según consta en la web oficial, es de 8.484,05 euros brutos mensuales. Una vez deducidos los impuestos y la cotización para la cobertura de un seguro de accidentes, la asignación se reduce a 6.611,42 euros netos] ¿Su enfrentamiento con el diputado polaco fue uno de los momentos más complicados que ha vivido en el PE? No, no, para nada. Posiblemente le podría haber dicho muchas más cosas, sino fuera en el ámbito parlamentario donde estábamos a lo mejor le hubiera dicho alguna cosa distinta, pero bueno. Más allá de la anécdota, tendríamos que reflexionar sobre qué está pasando en la UE para que personas como este señor estén donde están por pensar lo que piensan. Porque este señor no ha engañado a nadie en ese sentido. Es decir, él es eurodiputado porque lo que dijo ese día en el PE es lo mismo que dice cuando está en Polonia y el problema es que la gente le vota por pensar y por decirlo. Está la reflexión de qué Europa estamos construyendo para que haya un espacio institucional que representa esas ideas. Y luego tenemos a Donald Trump… ¿estamos viendo que vuelven pensamientos retrógrados? Hay un resurgir de determinados populismos y extremismos. Esto es lo que tiene que provocar que los que hemos tenido la responsabilidad de gobernar entendamos que algo ha ocurrido o algo no se ha estado haciendo bien para que la gente en un momento determinado pueda apoyar estos planteamientos políticos. . Más información en: http://www.huffingtonpost.es/2017/07/18/iratxe-garcia-portugal-es-ejemplo-de-como-desde-la-izquierda-s_a_23035747/]]>