La presidenta de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, en una entrevista con Diario de Avisos durante su reciente visita a Tenerife, advierte de lo que se juega la UE
alvaro.morales@diariodeavisos.com
Iratxe García (Barakaldo, 1974) ejerce de presidenta de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo desde junio de 2019. Ya presidió la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género de esa Cámara de 2014 a 2019, aparte de la delegación socialista española. Ante las elecciones del próximo 9 de junio a renovar esta institución, lo tiene claro y, en una entrevista con Diario de Avisos durante su reciente visita a Tenerife, advierte de lo que se juega la UE: “La vuelta al pasado que representa la ultraderecha, y que la derecha ha empezado a apoyar, y la Europa de las oportunidades, moderna y del futuro” de los socialdemócratas.
-Europa se encamina a sus elecciones y la mayoría de encuestas auguran una subida considerable de la ultraderecha; acaba de ocurrir en Portugal, puede pasar de nuevo en EE.UU.: ¿a qué achaca este panorama?
“Es cierto que hay un momento de incertidumbre y de grandes transformaciones globales y eso provoca inseguridad en la ciudadanía que es aprovechada por una ultraderecha que actúa siempre con la misma estrategia: soluciones fáciles a problemas complejos. Ha ocurrido en EE.UU., en Brasil, en distintos países de la UE y no es nuevo, aunque también creo que estamos en un momento importante para abordar los grandes retos de Europa y confrontar dos modelos muy distintos. Ese de la ultraderecha, del miedo y retroceso a tiempos pasados, frene a una Europa de las oportunidades, del futuro, moderna y que sea capaz de abordar estos nuevos retos de forma mucho más positiva”.
-Pero, ¿qué ha fallado en estos años, también en el discurso socialdemócrata, para que se dé esta regresión y haya negacionismo sobre cambio climático y otros ámbitos?
“Primero, hemos tenido una pandemia mundial que, sin duda, ha marcado las agendas y condicionado esta situación de muchísima incertidumbre y miedo de la ciudadanía, y también tenemos amenazas globales, un mundo donde las tensiones son cada vez mayores, en el que la guerra de Ucrania ha provocado unas consecuencias sociales y económicas que hacen peligrar el modelo social europeo. Estas dos cuestiones han sido muy determinantes”.
-Y la vuelta al nacionalismo…
“Una vuelta a fórmulas nacionalistas en una situación global. Es contradictorio, pero, en la pandemia, hemos visto cómo había quien planteaba la vuelta a las políticas nacionalistas cuando, en realidad, la respuesta fue hacernos fuertes unidos para responder de mejor manera… Ha sido una contradicción del propio modelo”.
-Menciona Ucrania: Macron habla de enviar tropas, ¿la UE puede asegurar que ningún país intervendrá con ejércitos?
“La UE, en materia de Política Exterior, tiene una coordinación a través del Alto Representante y ni hay ejército europeo ni postura común en esto”.
-Incardinada con la OTAN, sí.
“Evidentemente, en el marco de la OTAN sí hay un debate sobre cómo abordar esta política de defensa europea. Lo que esta misma semana (por la anterior) están debatiendo los primeros ministros en el Consejo es de qué manera se lidera una propuesta fuerte de apoyo a Ucrania sin cruzar ciertos límites, como puede ser la intervención militar. Estoy segura de que se llegará a otros instrumentos antes de esa situación”.
-¿Ha subestimado e infravalorado Europa a Putin?
“No sé si se le ha infravalorado; nosotros teníamos claro, desde el comienzo de su guerra contra Ucrania, que esto iba más allá de un conflicto territorial, que era uno de modelos, que era contra los valores europeos: la defensa de la democracia, las libertades, la justicia… Creo que estamos siendo contundentes en la respuesta desde la unidad, que, a veces, también es difícil porque hemos visto cómo gobiernos de la ultraderecha, como el de Orban (Hungría), han intentado salirse de esa posición común, pero, hasta ahora, se ha logrado tejer una postura conjunta fuerte, a través del diálogo y el pacto, de apoyo a Ucrania militar, económica y financiera, así como a través de la política de integración en la UE, y espero que, más pronto que tarde, tenga resultados”.
-Volviendo a las elecciones del 9 de junio, ¿qué cree que va a pasar y, ‘a posteriori’, ve a la derecha apoyándose en la ultraderecha para voltear las políticas habituales de la UE o se dará el famoso cordón sanitario?
“Creo que, si somos capaces de hablar de Europa y de lo que representa el proyecto europeo, las fuerzas socialdemócratas pueden tener un mejor resultado. Respecto a las negociaciones posteriores, estamos en el mismo sitio de siempre: abiertos a las alianzas con las fuerzas proeuropeas con distintos puntos de vista ideológicos. La alianza tradicional de conservadores, liberales y socialdemócratas, que ha funcionado en las últimas décadas, puede seguir siendo una realidad, pero la decisión está en manos del PP europeo, que, en el último año, es el que se ha movido de ese escenario, abriendo las puertas a coaliciones con la extrema derecha en algunos países e, incluso, en el Parlamento europeo”.
-¿No teme que lo nacional contamine totalmente el 9J?
“Por eso digo que el Partido Socialista va a hacer una campaña plenamente europea. Queremos hablar de Europa y del papel que los socialdemócratas han desempeñado en estos años para construir una respuesta europea fuerte a los problemas de la gente. Es de esto de lo que hay que hablar: de la subida de los salarios mínimos en la UE, del pilar social europeo, de una agenda verde que haga posible la lucha contra el cambio climático, pero, a la vez, apoyando el desarrollo económico e industrial, que posibilite también el desarrollo de los territorios a través de la política de cohesión, de cómo los socialdemócratas hemos logrado poner un marcha un fondo de recuperación europeo que está siendo una gran oportunidad para nuestros municipios, regiones y países. Por tanto, tenemos la responsabilidad de que la ciudadanía conozca lo que se juega: un modelo de Europa frente al de los conservadores y la ultraderecha”.
-Sin embargo, ¿aplican la suficiente autocrítica los socialistas cuando, aunque gobiernan en Alemania, en España con un pacto muy complejo y pueden hacerlo en Inglaterra (aunque fuera de la UE), tienen, desde hace años, la situación que tienen en Francia, llevan décadas desaparecidos en Italia, cayeron en Grecia, han perdido el poder en Portugal tras una convocatoria electoral de aquella manera (por una acusación por corrupción por error judicial…)?
“Los socialdemócratas debemos hacer una crítica para ser capaces de mejorar nuestra propuesta a los ciudadanos, pero pensar más en el futuro y en cómo resolver los problemas de la gente. Es importante comprometernos con las políticas que la ciudadanía necesita. El caldo de cultivo de la extrema derecha es la desigualdad social y, frente a eso, tenemos una fórmula: mantener el Estado del Bienestar y la defensa de los servicios públicos, junto con las políticas de crecimiento económico. Está muy bien la autocrítica, pero no puede ser paralizante; necesitamos ser un revulsivo y que la ciudadanía nos vea como la fuerza que puede responder a los problemas. Por ejemplo, que los jóvenes accedan a una vivienda en mejores condiciones, un problema en toda Europa, o mejorar el mercado laboral y las condiciones del trabajador, avanzar en una Europa más igualitaria, en la que la reconciliación familiar y laboral sea real, y tenemos propuestas para esto…
-No obstante, otro caldo de cultivo de la ultraderecha es la migración, que Canarias la vive como la vive: se ha respaldado el Pacto de Migración y Asilo, pero, ¿es suficiente o estará al albur de la voluntad de cada país, como pasa aún con los menores en España y las comunidades?
“Aún se debe aprobar definitivamente ese pacto, pues ya se han terminado las negociaciones pero el último paso es el voto en el Parlamento europeo en abril. No obstante, ese acuerdo dice claramente cuáles son los compromisos y las obligaciones que tienen los estados miembro. Es algo que los socialistas llevábamos pidiendo desde hace muchísimo tiempo: que no dependiera solo de la solidaridad de los estados, sino que hubiera instrumentos legales europeos obligatorios y eso va a existir a partir de ahora. Aún es pronto para conocer los efectos, pues hay que ponerlo en marca y por supuesto que se podrá mejorar luego su aplicación, pero es un paso adelante que llevábamos tiempo reivindicando”.
-Los fondos de recuperación por la pandemia, ¿corren riesgos por los ritmos y la burocracia?
“Es verdad que están siendo una gran oportunidad para el desarrollo de iniciativas económicas y empresariales, y nos estamos encontrando con algunas dificultades que creo que iremos abordando en función de que pase el tiempo. Sí hemos reclamado a la Comisión más flexibilidad en cuanto a la burocracia porque siempre hay que buscar el equilibrio entre las normas y los reglamentos comunitarios con la suficiente flexibilidad para que las empresas y ciudadanos puedan acceder a los fondos. Es una preocupación que nos han trasladado desde las administraciones locales y regionales, que hemos pasado ya a la CE y espero que, en breve, pueda desarrollar estas iniciativas para facilitar el acceso”.
-¿Y no teme o nota una desazón ciudadana ante tantos casos “mascarillas”, tanta supuesta corrupción durante la pandemia? ¿Es algo intrínsecamente español, ha pasado igual en otros muchos países, qué se ha aprendido y qué medidas se debe adoptar en el futuro?
“La situación con la compra de mascarillas en la UE fue igual en todos los países. Hay casos en Grecia, Bulgaria, Holanda, Alemania… Todos los países se encontraron con dificultades para abastecer a la ciudadanía de material y hay muchas situaciones así en toda Europa. ¿Qué hemos aprendido? Que, posiblemente, la negociación conjunta desde la UE puede facilitar estas cuestiones. Tuvimos problemas con la provisión de mascarillas, pero, luego, aprendimos la lección con la vacunación. En vez de que cada país fuera al mercado, con la Estrategia Europea de Vacunación garantizamos que todos pudieran acceder a las vacunas al mismo tiempo y al mismo precio, ya que una negociación siempre se hace mejor de forma más amplia, desde la fortaleza. Creo que podemos estar mejor preparados ahora”.
-Sin embargo, en España, quizás por lo del país del Lazarillo, hay sensación de que aquí pulularon más los aprovechados…
“Pero no; insisto, es que no se conoce la realidad de otros países, pero quienes sí la conocemos somos conscientes de que hubo dificultades en todos y que, en esos momentos, siempre hay quien quiere intentar hacer negocio, pero creo que hemos aprendido la lección y hay un sistema de controles que, ahora, debe estudiar todos los casos y determinar si hay responsabilidades individuales”.
-El caso del hermano de Ayuso se archivó en la UE, Torres está convencido de que ocurrirá lo mismo con los de Canarias… ¿Tiene la misma convicción?
“Tengo la confianza plena y absoluta de que, como ha trasladado Ángel Víctor Torres, se cumplieron todas las condiciones para estos trámites desde el Gobierno regional de acuerdo con la ley. Y si ha existido algún comportamiento individual, tenemos la justicia europea para que lo pueda determinar, pero tengo plena confianza, por supuesto, en lo hecho”.
-En Canarias, llevamos tiempo debatiendo sobre la población, sobre si cabe, incluso, poner un tope a la compra de casas y residencialización de comunitarios: ¿hay alguna posibilidad para eso o los tratados lo impiden por completo?
“Estamos empezando a explorar esto porque no es algo exclusivo de Canarias, aunque, evidentemente, es muy particular en este archipiélago y Baleares, donde se combinan circunstancias como el turismo junto a los servicios públicos y la dificultad para acceder a la vivienda. Sí hay territorios donde el problema es más grande, pero, al final, en toda la UE hay dificultades así, sobre todo en las zonas donde el subsector turístico tiene más potencia. Por tanto, estamos comenzando a estudiar de qué manera se puede regular y legislar esto, aunque aún no hay una decisión, pero los socialistas europeos queremos que se abra el debate sobre cómo ayudar en el acceso a la vivienda”.
-¿Corren peligro la ZEC o la RIC ante los nuevos debate sobre la fiscalidad en la UE?
“Hay nuevos debates sobre fiscalidad, sí, pero, sobre todo, sobre cómo aumentar los presupuestos de la UE para abordar los servicios que la ciudadanía necesita, pero, en ningún caso, eso puede ir en detrimento de la fiscalidad específica de territorios como Canarias, las regiones ultraperiféricas, con peculiaridades que deben respetarse. Por tanto, no hay peligro, aunque sí un debate sobre una nueva fiscalidad hacia las grandes fortunas y las transacciones financieras, con excepciones como las RUP”.
“SI GANA TRUMP, ESTAREMOS EN UNA SITUACIÓN MUY COMPLEJA EN UN MUNDO REPLETO DE AMENAZAS”
Iratxe García es muy clara sobre lo que supondría la vuelta de Trump. “Si gana, estaremos ante una situación muy compleja en un mundo global, repleto de amenazas y tensiones. Sea cual sea el resultado en EE.UUI., la UE tiene que fortalecer su Política Exterior común, su negociación con otros espacios del mundo, como las relaciones con América Latina, por ejemplo, y ser realmente capaces de establecer una autonomía estratégica para actuar con independencia respecto a cómo lo hacen otras administraciones”.
,
Más información en: https://diariodeavisos.elespanol.com/2024/03/iratxe-garcia-elecciones-junio-europa/