Tribuna de Iratxe García, presidenta del Grupo de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo
10/03/2022
Hoy estamos con ellas. Mujeres embarazadas entre los escombros del hospital de Mariúpol, en Ucrania, bombardeado salvajemente. Mujeres que cuidan enfermos en medio de una guerra. Mujeres que huyen para poner a salvo a sus niños, a sus niñas. Los llevan en brazos o de la mano, mientras caminan cargadas con maletas y lo más imprescindible para su viaje hacia un lugar seguro. He estado con algunas de ellas en la frontera de Lónya, entre Ucrania y Hungría, pero las vemos sobre todo en los medios de comunicación, en Afganistán, en Siria, en todas las guerras.Nuestro corazón está con ellas.
Porque ellas son, sobre todo, quienes se ocupan de las personas más vulnerables, cuidan a los menores y a los dependientes. Son abrumadora mayoría en un trabajo pocas veces remunerado. Y por eso, cada crisis golpea especialmente a las mujeres, porque parten de una situación de desventaja. Así ocurrió durante la pandemia. Desde hace más de quince años, el Foro Económico Mundialhace un informe anual en el que analiza la brecha de género en todo el mundo, con datos que incluyen no solo los salarios, sino también la educación, la salud y la participación política, entre otros. Su informe de este año es tan claro como descorazonador.
La emergencia sanitaria y la crisis han impactado sobre todo en las mujeres y han reabierto brechas que ya estaban cerradas. Así, concluye este informe, si antes de la pandemia se calculaba que la igualdad llegaría dentro de 99,5 años, que ya es decir, con los datos actuales, ese pronóstico se retrasa todavía más. Si no hacemos nada, la igualdad no llegará hasta dentro de 135 años, y, por tanto, no la vivirán nuestras hijas, ni probablemente nuestras nietas.
Por eso, la lucha feminista no se puede detener, sino todo lo contrario. Nuestros derechos están amenazados por las crisis y la propia inercia, pero también por la agenda regresiva de la ultraderecha, por quienes persiguen nuestros derechos sexuales y reproductivos, quieren prohibir el aborto en condiciones seguras y niegan evidencias dolorosas como la violencia machista y la propia desigualdad.
Pero los datos están ahí. Una de cada tres mujeres en la Unión Europea ha sufrido violencia física o sexual. Los crímenes machistas son una negra realidad cotidiana, que nos muestra tan solo la punta del iceberg de una violencia insoportable en la intimidad de los hogares. Por eso, los y las socialistas europeos, pusimos como condición a nuestro apoyo a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión, que presentara una ley europea contra la violencia de género.
Ahora, dos años después, esta semana, hemos conocido por fin su propuesta de directiva para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres. Un gran paso, imprescindible, con medidas como penalizar la violación basada en la falta de consentimiento (el solo sí es sí), la ciberviolencia y la mutilación genital entre otras, y obligaciones para que los Estados establezcan compensaciones a las víctimas y garanticen que la violencia machista sea un factor decisivo sobre la custodia de los hijos e hijas.
Estaremos vigilantes en el desarrollo y aplicación de la directiva en todos los países de la Unión Europea y seguiremos presionando para que se incluya la violencia de género en la lista de delitos con una dimensión transfronteriza recogidos en el artículo 83 del Tratado de la Unión Europea. La violencia machista es un delito grave y como tal debe estar tipificado, aunque algunos Gobiernos europeos no lo quieran reconocer, del mismo modo que niegan su adhesión al Convenio de Estambul y el derecho de las mujeres a su salud sexual y reproductiva.
Así sucede en Polonia, donde la restricción casi total del derecho al aborto está costando vidas. Y también en otros países como Malta, donde todavía se prohíbe el aborto en cualquier circunstancia. Es inadmisible que esto ocurra en ningún país del mundo, pero menos aún en los que han aceptado los principios y valores de la Unión Europea. Pero no es solo el aborto. Desde el feminismo defendemos todos los derechos a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, a una educación fiable, atención sanitaria a mujeres embarazadas y madres, tratamientos de fertilidad y anticonceptivos modernos y accesibles. Los socialistas queremos que se incluyan en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y en la estrategia europea de salud pública, y seguiremos dando la batalla frente a quienes quieren recortar nuestras libertades.
Es el momento de acelerar nuestra lucha feminista y actuar en todos los frentes, también en el económico. Decía Virginia Wolf que una mujer debe tener dinero y una habitación propia, y es un hecho que las mujeres seguimos ganando menos que los hombres, lo que nos hace más vulnerables y víctimas de una enorme injusticia. La brecha salarial en la Unión Europea sigue siendo del 14,1% y la falta de transparencia es uno de los principales obstáculos para hacer cumplir este derecho.
Por eso es tan relevante la directiva que se votará en las próximas semanas en el Parlamento Europeo, que obligará a las empresas a publicar información sobre los salarios, y establece sanciones a quienes incumplan e indemnizaciones en caso de discriminación. Confiamos además en que muy pronto, por fin, salga adelante la directiva sobre equilibrio de género en los consejos de administración de las empresas, que lleva más de diez años bloqueada por los Gobiernos en el Consejo.
Se han hecho avances, sí, pero ninguno ha sido fácil ni sencillo, sino fruto del trabajo constante de las mujeres, unidas y empoderadas, que levantamos la voz y exigimos lo que nos corresponde, y también de muchos hombres. Queda mucho por hacer. Nada está garantizado.
Queda mucho por avanzar, y mucho por defender lo conseguido frente al intento de recortar nuestras libertades. Por eso, hoy más que nunca, junto a las mujeres de Ucrania, las de Afganistán, las de Polonia y todas aquellas que viven bajo la amenaza contra sus derechos más fundamentales, decimos ¡Ni un paso atrás!¡Viva el feminismo!
Más información en: https://www.psoe.es/actualidad/entrevistas-actualidad/con-las-mujeres-ni-un-paso-atras/